
¡ESCUCHAD AL SEÑOR!
Este es mi Hijo amado. ¡Escuchadlo!
El Padre Dios presenta a los discípulos a Jesús como: “Este es mi Hijo amado; escuchadlo”. Así quiere devolverles la confianza y vencer sus temores. Les anima a confiar, aunque les cueste, en Jesús y en su Palabra.
Nosotros, ante las dificultades temores, necesitamos una palabra que nos aclare las cosas, que nos dé confianza y seguridad. En ningún lugar encontraremos una palabra tan segura como en la Palabra de Dios. Ella es luz y guía en nuestras vidas.
Es necesario, ante los temores, escuchar a Jesús, el Hijo de Dios. Es importante acudir a la Biblia y a la oración. Allí, en el silencio, el Señor nos ilumina, vence nuestros temores y orienta nuestra vida.
Enseguida puedes descargar la reflexión completa de este domingo I domingo de Cuaresma.