Carta Pastoral en el Día de la Vida Consagrada. Febrero 2023

“Caminando en esperanza”

Queridos Miembros de la Vida Consagrada:

Al acercarse la Jornada de la Vida Consagrada en la que renovaréis vuestro compromiso como consagrados, me uno a vosotros con mi agradecimiento y esta sencilla reflexión que espero os sirva para vuestra edificación espiritual.

Compromiso con el Reino de Dios

Dios os sigue buscando y tiene como proyecto seguir comprometiéndoos en su Reino que ha llegado (Mc 1,16-20) y que fue anunciado por Jesús. Él, hombre libre para hacer la voluntad del Padre, es el que llama y salva, despojándose de su rango y entregando en plenitud su vida por nosotros. Lo importante es su llamada, lo secundario es nuestra respuesta. El Señor os ha llamado para siempre a estar con él, tal como sois en medio de vuestras dificultades y vuestras limitaciones. La respuesta comporta querer hacer lo que Él hizo: anunciar el evangelio y expulsar demonios: la increencia, la injusticia, la codicia en el corazón, las depresiones psíquicas… (Lc 5). Y todo esto “caminando en esperanza”, para los demás y con los demás, sabiendo que Cristo, hoy, ayer y siempre, es la esperanza que nos garantiza que el tiempo no nos desgasta porque nos ayuda a encaminarnos a la eternidad. ¡Calzad siempre las sandalias de la esperanza en vuestro peregrinar como consagrados! De esta manera el futuro no os dará miedo aunque haya que pasar por cañadas oscuras porque la bondad y la misericordia del Señor os acompañan todos los días de vuestra vida y habitareis en la casa del Señor por años sin término (cf. Sal 23).

Salir de vuestra tierra

Os invito a contemplar la vocación de Abrahán (Gen 12,1 ss): “Sal de tu tierra, de tu patria, y de la casa de tu padre, hacia la tierra que te mostraré”, palabras que han estado muy presentes en la celebración del Año Santo Compostelano apenas clausurado. Vemos que el seguimiento obliga al descentramiento en la medida en que Jesús provoca un cambio de mundos como lo vemos en la llamada a Simón al que llamará Pedro (Lc 5,1-11). El mundo de Simón era la pesca. Ahí se produjo el encuentro con Jesús. Un mundo que tenía unos límites: “Hemos bregado toda la noche y no hemos recogido nada”. Jesús le dirá: “Rema mar adentro” y Simón asentirá: “Por tu palabra, echaré las redes”. Y la pesca fue milagrosa. Pedro percibe sus límites y tiene miedo ante el porvenir. Pero Jesús le tranquiliza y envía. Es una experiencia espiritual por la que todos hayamos podido pasar o estemos pasando posiblemente. Fiarnos de la palabra del Señor nos da siempre confianza de ver cumplido nuestro deseo como aconteció a Simeón, hombre justo y piadoso, y a la profetisa Ana que no se apartaba del templo, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones noche y día (Lc 2, 25.37).

Llamada y respuesta

La llamada del Señor comporta centrarse en Dios y en los demás, olvidándose de uno mismo. Es verdad que por vuestro carisma habéis sido llamados a algo específico que habéis de vivir en lo universal de vuestra llamada, encarnando la fe en la continuidad de la historia de la salvación y pidiendo acoger la voluntad de Dios y buscar cumplirla con humildad. La respuesta ha de ser generosa y alegre. Sabemos que ésta no es fundamentalmente un sacrificio sino una ofrenda agradecida. Esto es lo que os va a llevar a encontraros con la vida verdadera, la única que puede llenar de verdad.

Exhortación final

Me alegro con vosotros y doy gracias a Dios pidiendo que Él os mantenga fieles en su santo servicio. La Iglesia que peregrina en Santiago de Compostela os acompaña, queridos miembros de Vida Consagrada, con la estima, el afecto y la oración, consciente de este don inapreciable como es la Vida Consagrada, y pidiendo que el Señor os conceda el vigor necesario y el ánimo decidido con su Espíritu para realizar la misión que os ha encomendado. Al agradeceros todo lo que sois y estáis haciendo en nuestra iglesia diocesana, os saludo cordialmente, recordando de manera especial a los Miembros enfermos de vuestras comunidades y a los que el Señor ya llamó a su gloria eterna. Os bendice en el Señor,

+ Julián Barrio Barrio,
Arzobispo de Santiago de Compostela.