Constitución y primera reunión del Consejo Diocesano de Pastoral

El pasado 1 de febrero de 2024, el Arzobispo de Santiago, Mons. Francisco Prieto decretó la renovación de los miembros del Consejo Diocesano de Pastoral convocando a los sacerdotes y agentes de pastoral de la Archidiócesis a realizar el proceso electoral de sus representantes. El proceso de designación de los nuevos miembros se llevó a cabo entre el 1 de febrero y el 1 de abril de 2024.

El sábado 19 de octubre, el renovado Consejo Diocesano de Pastoral celebró su primera reunión constitutiva en la Sala Palatina del Monasterio de San Martín Pinario. Tras la acogida y la oración inicial, el arzobispo de Santiago Mons. Francisco José Prieto Fernández saludó y agradeció el compromiso de los nuevos miembros. Acto seguido, el vicario general, D. José Andrés Fernández Farto, leyó el decreto de constitución del Consejo y presentó a sus 64 integrantes.

En el discurso posterior, mons. Prieto subrayó la importancia del Consejo Diocesano de Pastoral para la renovación pastoral de la Iglesia que peregrina en Compostela, resaltando que debe ser una hoja de ruta y un llamamiento para caminar juntos como Iglesia diocesana: “El reto comienza ahora, la ilusión se afianza ahora y la esperanza tiene que tomar forma a partir de ahora”, afirmó el arzobispo.

D. Francisco trasladó al nuevo Consejo: “Quiero contar con cada uno de vosotros en este Consejo Diocesano de Pastoral. Este debe ser el lugar donde se concrete toda la programación diocesana, evaluando, revisando y transmitiendo nuestras acciones. No somos islas, somos una Iglesia con una larga historia y un presente que nos identifica a todos y cada uno de nosotros”, expresó.

Mons. Prieto subrayó que todo plan pastoral debe tener como punto de partida y meta central el envío que el Señor hace a la Iglesia y al Pueblo de Dios: “El Señor nos llama y nos envía. No es nuestra iniciativa, sino que Él cuenta con nosotros (…). Por ello, el Consejo Diocesano de Pastoral refleja toda la realidad de la vida diocesana y es un instrumento al servicio de la Comunión Eclesial”, afirmó.

 

Terminó haciendo referencia a tres “a”: La primera es la “a” de alegría, recordando el saludo del ángel a María al inicio de los tiempos nuevos. La segunda es de agradecimiento, que invita a entrar en la lógica del don, rompiendo la propia lógica. Y la tercera, es la “a” de acogida, como una casa abierta que refleja el amor del Padre.

Posteriormente, D. Rafael Casás Salgado fue elegido por unanimidad como nuevo secretario del Consejo. En la misma sesión, se votaron también los miembros de la Comisión permanente. Así, además del arzobispo mons. Francisco José Prieto Fernández, del vicario de pastoral D. Francisco Javier Porro Martínez y del secretario del Consejo D. Rafael Casás Salgado que son miembros natos de esa Comisión, han sido elegidos en votación las siguientes personas: representando a los clérigos, el Rvdo. D. Víctor Blanco Naveira; la representante de la Vida Consagrada será la Hna. Ana María Fontes Mosquera y, finalmente, en nombre de los laicos estarán la delegada Episcopal para las Misiones, Dª. Fátima Noya Varela, el delegado Episcopal para el Laicado, Dº. Alfredo Losada Suárez y un miembro de la delegación Episcopal para la Juventud y la Infancia, Dª. Laura Ruíz Roca.

Tras un breve descanso, el delegado episcopal de Infancia-Juventud y Primer Anuncio, D. Javier García, presentó la propuesta para un nuevo estilo de trabajo pastoral, enfatizando la importancia de tener una visión conjunta como Diócesis. Subrayó la necesidad de desarrollar esta visión de manera colaborativa, involucrando tanto al Consejo Diocesano de Pastoral como a otros organismos diocesanos. Este planteamiento dio lugar a un enriquecedor diálogo entre los asistentes.

Finalmente, el vicario de Pastoral, D. Francisco Javier Porro Martínez anunció e invitó a participar en la Asamblea Pastoral Diocesana de Representantes, que tendrá lugar el sábado 16 de noviembre en el colegio La Salle. Este evento, explicó, tiene como principal objetivo proporcionar un espacio de encuentro de las diferentes realidades diocesanas, con especial énfasis en la participación de los laicos que representan a los nuevos arciprestazgos. “La jornada se centrará en cerrar el año 2024 y definir las claves pastorales para el año 2025”, afirmó.