Hoy sábado 23 de marzo, tuvo lugar en la Casa de Ejercicios de Santiago de Compostela el encuentro “Ecos del Primer Anuncio”. El comienzo de la jornada, a las 10:00hs., fue orante. En la capilla, Reme, de Talleres de Oración y Vida, guio la oración.
Ya en la sala de reuniones Alfredo Losada, delegado para el laicado, presentó la importancia del Primer Anuncio en la vida cotidiana. Y para eso son necesarios 4 momentos: el primero, estar presentes (Presencia) en los “entornos donde nos movemos, hacer una lectura creyente de la realidad, analizar las situaciones desde la mirada de Jesús”. Después, ser testigos (Testimonio) de la bondad infinita del Dios-Amor, con hechos concretos. En tercero lugar, hablar con las personas (Diálogo) puesto que “es en los otros cuando nos encontramos” con el “Otro”. Y tras esos pasos, si el momento es propicio, anunciar (Anuncio) el amor de Dios, de la manera que cada uno vea, de un “Dios que nos acompaña, que nos salva, nos libera y nos llama a construir el Reino”. Se trata de ir a lo fundamental, a lo nuclear, al Primer encuentro con Jesucristo: “Necesitamos comunidades que les acojan, preparadas. Quizá debemos implementar equipos de acogida”.
Posteriormente cuatro personas enviadas al Encuentro de primer anuncio de Madrid, compartieron el que vivieron: el diácono Ignacio, de Fisterra, dos laicas: Marina, de la parroquia de Santa María de Pontevedra, y Romina, de la parroquia de San Fernando de Santiago, y el arzobispo de Santiago mons. Francisco Prieto, que no solo compartió también su experiencia, sino que animó a los presentes a cultivar el encuentro con Jesús: “vivamos el cuidado mutuo en las comunidades y la alegría Pascual de una manera esperanzadora”.
Tras el descanso, el delegado para lo Primero Anuncio, Javier García, compartió la necesidad de que en el centro de la acción pastoral esté el Primer Anuncio: “Es importante discernir como introducir elementos kerygmáticos en las actividades pastorales. Pero también conviene que haya estructuras de Primer Anuncio en la Diócesis”.
Finalmente, un trabajo por grupos donde salieron acciones pastorales comunes con elementos del kerygma (grupos de acogida en la parroquia, vivencia de la enfermedad con esperanza, oratorio para niños y niñas de catequesis, etc.) con otras acciones de primer anuncio en salida (estar presentes con voz proféfica, visibilidad nos medios de comunicación, transmitir alegría y escucha activa y respetousa).
Una mañana provechosa, en la que se discernió la importancia de una Iglesia en salida y abierta, y en la que en especial laicos y laicas tienen la responsabilidad de la misión de evangelizar en la Iglesia y en el mundo.
Alfredo Losada