El arzobispo celebra la Eucaristía con la que se reabre al culto público la Corticela

  • Salvador Domato agradeció el apoyo de D. Julián y explicó en que habían consistido las obras de restauración de la capilla

El arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, presidió este domingo la Eucaristía con la que se volvía a abrir al culto público la Capilla de la Corticela, en una ceremonia que servía para poner fin a ocho meses de obras. En su homilía, el arzobispo compostelano hizo alusión, precisamente, a las tareas con las que se han abordado distintas labores de restauración en esta popular capilla de la Catedral de Santiago, que es una parroquia independiente especialmente dedicada a los peregrinos. Monseñor Barrio habló también del significado de la solemnidad litúrgica que se celebraba, la Ascensión del Señor. El arzobispo, además, tuvo palabras de reconocimiento para el responsable de la Corticela, Salvador Domato.

El párroco, por su parte, en una introducción al acto litúrgico, había agradecido el apoyo mostrado por el arzobispo durante los meses de restauración de la capilla, explicando, además, en qué habían consistido las obras acometidas, con un presupuesto de algo más de doscientos mil euros.

Salvador Domato, responsable de la parroquia de la Corticela y director del Archivo Histórico Diocesano (AHD), había comentado hace varios días que las obras “han contado con la financiación del Consorcio” y “con aportaciones de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural” de la Xunta de Galicia. Gracias a ello, se han cambiado totalmente las cubiertas del templo, se ha saneado la techumbre interior, afectada por termitas, se ha dispuesto una nueva instalación eléctrica en el recinto y se han colocado nuevos bancos y sillas en la capilla.

Salvador Domato explicaba además que quienes se acerquen a partir de ahora podrán gozar de la restauración de la portada del siglo XIII que da acceso a la capilla, “que permitirá contemplar su policromía”.

Entre las actuaciones acometidas se encuentra igualmente la restauración del Cristo y el ángel en el Huerto de los Olivos, un conjunto escultórico patrimonio cultural que cuenta con una gran devoción en Santiago, sobre todo entre los estudiantes, quienes, respondiendo a una antigua tradición, depositan en la época de exámenes papeles escritos con sus deseos ante la imagen de Jesús en el huerto (s. XVI).

La capilla tiene un origen prerrománico ligado al obispo Sisnando, en época del rey Alfonso III, en el siglo IX. Este obispo sería de gran importancia, y las iglesias que impulsó siguen un esquema similar al que tendría la primitiva Corticela.

Agenda arzobispal

Monseñor Barrio, tras la Misa en la Corticela, presidió en el Altar Mayor de la Catedral de Santiago la Eucaristía de la solemnidad de la Ascensión, una fiesta litúrgica en la que la Iglesia celebra también la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. Con ello, el arzobispo ponía fin a una intensa agenda en los últimos días. En efecto, el día 13 presidió la fiesta de la Virgen de Fátima en la parroquia de Nuestra Señora de Fátima, en A Coruña; al día siguiente, 14 de mayo, presidió la Misa en honor de San Juan de Ávila, en la que se homenajeó a los sacerdotes que cumplían, o cumplieron el año pasado, veinticinco, cincuenta y sesenta años de ordenación (el propio D. Julián cumplía cincuenta años como sacerdote). Al día siguiente, sábado día 15, ordenaba sacerdote en Caldas de Reis al diácono somasco João Félix.