El arzobispo participó en Pistoia en una mesa redonda con el Presidente de la Conferencia Episcopal italiana y el Patriarca Latino de Jerusalén

  • El encuentro se realizó bajo el lema “Caminar sobre el mar: Roma, Santiago y Jerusalén. Para un nuevo espacio Euromediterráneo”

El arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, participó este domingo en una mesa redonda celebrada en Pistoia, en Italia, con el lema Caminar sobre el mar: Roma, Santiago y Jerusalén. Para un nuevo espacio Euromediterráneo”, y en la que también intervinieron el cardenal Gualterio Bassetti, Presidente de la Conferencia Episcopal italiana, y monseñor Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén. El encuentro fue moderado por el director del diario “Avvenire”, Marco Tarquinio. La mesa redonda formaba parte del festival organizado por la Diócesis de Pistoia  “I linguaggi del divino”.

El diario italiano también publicó este mismo domingo una entrevista con monseñor Barrio, en la que este hablaba sobre la situación que se vive en las dos riberas del Mediterráneo, sobre el significado de Compostela y el Camino de Santiago en la construcción europea y sobre la estrecha relación existente entre la ciudad de Pistoia y la capital que acoge la tumba de Apóstol Santiago («Alla scuola di san Giacomo il Mediterraneo sia casa per tutti» (avvenire.it)).

Sobre el Camino de Santiago, monseñor Barrio indicó que es una ruta para el espíritu humano que se rebela a desaparecer bajo la asfixia de la propia inmanencia. Indicó que es una experiencia abierta a todos y que a lo largo del Camino el peregrino redescubre la naturaleza, se pacifica con la creación y se abre al ámbito de la contemplación.

En ese sentido, el arzobispo compostelano explicó que el peregrino a la tumba del Apóstol ha de sentirse como un viajero de lo sagrado y un transmisor de saberes, encontrándose con la tradición apostólica que fundamenta la fe para hacer presente a Dios que es un bien para la sociedad, con el testimonio cristiano de cada día. Y dijo, además, que el Jubileo Compostelano, que recoge la más profunda tradición bíblica y cristiana de los Años de Gracia del Señor, más que nunca quiere ser un tiempo para la alegría y la liberación, una oportunidad para comenzar de nuevo, gracias a la misericordia del Señor.

Pistoia, conserva una intensa relación con Compostela nacida en el siglo XII, cuando el obispo Atón logra una reliquia del apóstol Santiago de su homólogo compostelano Diego Gelmírez. La reliquia está depositada en un hermoso relicario en la catedral local de San Zeno.

Pistoia mantiene en el presente su vocación jacobea y en ella tuvo lugar uno de los hitos del renacer del Camino de Santiago en los pasados años ochenta. Fue un recordado congreso internacional sobre esta ciudad y la cultura jacobea europea (1987).