Monseñor Barrio recuerda en la fiesta de la Presentación que todos “estamos llamados a ser luz del mundo”

  • El arzobispo presidió en la Catedral la Misa en la que se bendijeron las candelas y agradeció a los miembros de la Vida Consagrada su testimonio de vida

El arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, presidió esta tarde sendas celebraciones eucarísticas en la fiesta de la Presentación del Señor, en la Catedral, y para los religiosos con motivo de la Jornada de la Vida Consagrada, ceremonia que tuvo lugar en la compostelana Iglesia de Huérfanas. En su homilía en la Catedral el arzobispo recordó que la de hoy era “la fiesta del encuentro en el que Dios Padre presenta a su Hijo” y recordó a los fieles que “que estamos llamados a ser luz del mundo”. A los miembros de la Vida Consagrada les indicó que “es una gracia de Dios contar con vosotros en nuestro peregrinar hacia Dios, indicándonos que todas nuestras fuentes están en Él.  Valoramos vuestro estilo de vida con esa referencia radical al Evangelio. La realidad de la cruz no os es ajena, viviéndola con alegría”.

En la Misa celebrada en la Catedral se procedió, como es tradicional en esta fiesta de la Presentación, de tan honda vivencia en el pueblo fiel cristiano, a la bendición de las candelas. Monseñor Barrio dijo en su homilía que el Niño presentado en el templo, “no es un simple personaje histórico o un ideal abstracto sino una persona viva a la que el cristiano ha de adherirse” y que “a todos los cristianos se nos recuerda que estamos llamados a ser luz del mundo. Se nos ha dado la luz en el Bautismo no para que la ocultemos, sino para que la manifestemos en nuestras obras. Sería una equivocación pensar que la luz de la fe es solamente para iluminar nuestro camino, olvidando a los demás, y que la fe es como una vela que se tiene encendida cuando estamos en la Iglesia, y que escondemos inmediatamente cuando salimos a la calle”.

Dijo, también, que “el cristiano, comprensivo y cercano con los demás, empezando por los de casa, es una luz puesta sobre el candelero, buscando el bien para los otros, el perdón, la justicia y la fraternidad”.

Agradecimiento a la Vida Consagrada

El arzobispo, igualmente, tuvo palabras de agradecimiento para los miembros de la Vida Consagrada. En su homilía en la Iglesia de Huérfanas, monseñor Barrio aseguró que “también los miembros de la Vida consagrada lleváis la luz de Cristo en los brazos de la fe, reflejándola en la Iglesia y en el mundo con la entrega de la propia vida”. En esta celebración los religiosos renovaron los consejos evángelicos, con el simbolismo del encendido de tres velas. “Hoxe é unha ocasión providencial para que renovedes os vosos propósitos e reavivedes os sentimentos que inspiraron e inspiran a vosa propia entrega ao Señor”, les dijo monseñor Barrio.