El 2 de febrero la Iglesia celebra el día de la Candelaria. Se rememora la Presentación de Jesús en el Templo con cuarenta días cumplidos tras su nacimiento. En esta festividad la Iglesia celebra la XXVI Jornada Mundial de la Vida consagrada, cuyo lema, en esta ocasión, es “Caminando juntos”, significando así que los consagrados se unen al camino sinodal que se inició en octubre de 2021 y que culminará en octubre de 2023
Con motivo de esta Jornada, el arzobispo de Santiago mons. Julián Barrio ha dirigido una Carta Pastoral a los Miembros de la Vida Consagrada en la que les invita a “transformar con creatividad el compromiso vocacional”.
El prelado compostelano destaca que el silencio posibilita el encuentro con Cristo, transformándose en creatividad y libertad, “claves para seguir interpretando la sinfonía de vuestras vidas, tan necesarias en el peregrinar de la Iglesia”. Y añade que “sentir el silencio, por paradójico que parezca, es ponerse a la escucha”.
Mons. Barrio les recuerda que la Diócesis los valora y los quiere, sintiéndose cercana en esta generación de procesos que están realizando para responder a lo que el Espíritu les pide en este momento eclesial.
En este sentido, el arzobispo, señala que en este espíritu sinodal “caminamos juntos con vosotros desde vuestra consagración, compartiendo la escucha, la comunión y la misión”. Y continúa afirmando que “se trata de recorrer juntos el camino, abrazando nuestra diversidad. Somos piedras vivas en la construcción del cuerpo de Cristo y levadura en la masa en medio de la humanidad, cultivando un diálogo sincero y objetivo, y haciéndolo con claridad, mansedumbre, confianza y prudencia”.
D. Julián hace una llamada “a leer los signos de nuestros tiempos, tratando de responder a las preguntas que nos hacen, sin renunciar a lo esencial de nuestra identidad”.
Termina su misiva trasladando en nombre de todos los diocesanos y el suyo propio con estas palabras: “la estima, el afecto y la oración dando gracias a Dios por este don inapreciable y pidiendo que el Señor os conceda la fuerza necesaria con su Espíritu para realizar la misión que se os ha encomendado. ¡Ultreia e Esuseia! Como peregrinos miremos hacia arriba y caminemos hacia adelante.”