Monseñor Barrio destaca el papel de las personas consagradas contemplativas en la vida de la Iglesia

  • Carta Pastoral del arzobispo para la Jornada Pro Orantibus, que este año se celebra bajo el lema Generar esperanza

La Iglesia que peregrina en Santiago de Compostela se suma a la celebración de la Jornada Pro Orantibus, que este año se llevará a cabo bajo el lema Generar esperanza. Y lo hace singularmente con la Carta Pastoral que escribe monseñor Julián Barrio, en la que recuerda que no se hablamos de una esperanza cualquiera: “No se trata de tener una visión positiva sobre la vida, de tener un proyecto de futuro, de ser optimista. Hablamos de esperanza teologal. Esa esperanza viene de Dios, es gracia de Dios en nuestra vida, es virtud inseparable de las promesas de Dios a su pueblo. A los que creemos, la esperanza nos lleva a Dios, que se nos ha revelado como amor, nos invita a caminar y es meta de nuestro camino”.

D. Julián afirma que la esperanza es inseparable de la fe y es inseparable del amor, que es la forma de ser de Dios: “La fe tiene ojos contemplativos y nos permite entrever lo que esperamos. Pero lo que entrevemos no va a ser lo que nos sostenga en el camino. Sólo la certeza de la fidelidad de Dios a sus promesas mantendrá viva en el creyente la esperanza”.

Con respecto al lema “Generar esperanza”, mons. Barrio destaca que el verbo “generar” es sinónimo de “engendrar” y se toma en sentido figurado, significando algo así como “ser causa u ocasión de esperanza”, “transmitir esperanza”: “Tal vez se quiera decir que la forma de vida de las personas contemplativas está llamada a ser para todos un motivo de esperanza, una invitación a que pongamos en Dios nuestra esperanza. Y lo será ciertamente si en vosotros resplandece la dicha de lo que esperáis”.

En la misma carta, mons. Barrio señala que como sucede con tantos otros aspectos de la vida de los contemplativos, “también en el de la esperanza vais por el mismo camino que recorre la comunidad eclesial. Compartís con toda la esperanza en las promesas de Dios a su pueblo y especialmente la esperanza en la resurrección”.