“Nos mostraron una humanidad poco común” (Hechos 28, 2)
Este año 2020 el azaroso viaje de Pablo a Roma, prisionero y náufrago, ha sido propuesto por el grupo ecuménico de Malta a nivel internacional para orar todos los cristianos por la Unidad, como nos pide Cristo. Así, al tiempo que todos los cristianos recordamos que hemos recibido de Dios todo en nuestra pobreza, nos abrimos a los desafíos comunes, que nos unen, de la caridad y la acogida con los náufragos de nuestro tiempo. Entre ellos, como entre peregrinos e inmigrantes, sabemos que se encuentra Cristo.
En nuestra diócesis católicos, anglicanos, evangélicos, ortodoxos y otros cristianos nos hemos reunido para rezar juntos en Pontevedra, el pasado lunes 20, en Coruña, el miércoles 22, y en Santiago el viernes 24. Con la fiesta de la Conversión de san Pablo termina precisamente este octavario. Nuestro pastor, el Sr. Arzobispo Mons. Julián Barrio, presidió la celebración de Santiago en la capilla de las Huérfanas de Santiago, llena, alrededor de un centenar de asistentes, con representantes de la acogida de peregrinos evangélica y anglicana, y de comunidades evangélicas y ortodoxos del entorno, y de parroquias y movimientos católicos. En Coruña nos acogió la parroquia dos Santos Anxos con unos 70 asistentes y presidiendo Mons. Jesús, obispo auxiliar, y en Pontevedra, en la iglesia de santa María la Mayor, con tantas reminiscencias marineras, el pastor evangélico y marinero Samuel nos predicó actualizando a la realidad del mar de nuestras tierras la experiencia paulina, asistiendo más de medio centenar de fieles y presidiendo el Vicario de Pontevedra D. Calixto.
No hemos terminado sino abierto para este año nuestra intención de la Unidad. Queda el reto de nuestro día a día acercándonos a aquellos que, como nosotros, luchan en el mar de nuestra sociedad, revuelto, por vivir la fe en Cristo en la caridad acogedora y la esperanza de que es Él quien nos da su gracia, la fe, y el don de la perseverancia que nos llevará a superar conflictos y divisiones.