Camino de Santiago virtual vocacional: calzando las botas de los jóvenes

El 27 de octubre de 2018, la XV asamblea general ordinaria del sínodo de los obispos, publicó el documento final de los trabajos realizados por el Sínodo de Obispos, bajo la denominación de “Los Jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”. Entre otras muchas cosas los obispos enmarcan su reflexión con estas notas que nos sirven para acercarnos a ese caminar con las botas de jun joven:

“Los jóvenes católicos no son meramente destinatarios de la acción pastoral, sino miembros vivos del único cuerpo eclesial, bautizados en los que vive y actúa el Espíritu del Señor. Contribuyen a enriquecer lo que la Iglesia es, y no solo lo que hace. Son su presente y no solo su futuro. Los jóvenes son protagonistas en muchas actividades eclesiales, en las que prestan generosamente su servicio, en particular con la animación de la catequesis y de la liturgia, el cuidado de los más pequeños y el voluntariado con los pobres. Movimientos, asociaciones y congregaciones religiosas ofrecen también a los jóvenes oportunidades de compromiso y corresponsabilidad. A veces la disponibilidad de los jóvenes encuentra un cierto autoritarismo y la desconfianza de adultos y pastores, que no reconocen suficientemente su creatividad y les cuesta compartir las responsabilidades”.

Pero ese no es el final, el Papa Francisco, en su exhortación apostólica postsinodal, tras este mismo sínodo, Christus Vivit, nos dice:

“Vive Cristo, esperanza nuestra, y Él es la más hermosa juventud de este mundo. Todo lo que Él toca se vuelve joven, se hace nuevo, se llena de vida. Entonces, las primeras palabras que quiero dirigir a cada uno de los jóvenes cristianos son: ¡Él vive y te quiere vivo!

Él está en ti, Él está contigo y nunca se va. Por más que te alejes, allí está el Resucitado, llamándote y esperándote para volver a empezar. Cuando te sientas avejentado por la tristeza, los rencores, los miedos, las dudas o los fracasos, Él estará allí para devolverte la fuerza y la esperanza.”

Con esa fuerza y esa esperanza nos ponemos en camino.