Mons. Barrio administra los sacramentos de la Iniciación Cristiana a niños y jóvenes acogidos

El arzobispo de Santiago, mons. Julián Barrio, administró esta tarde los sacramentos de Iniciación Cristiana a niños y jóvenes acogidos en la casa que la Congregación de Religiosas María Inmaculada tiene en la parroquia de Bañobre, en el ayuntamiento de Miño. En concreto, recibieron el bautismo un niño de 11 años y una adolescente de 15. Hicieron su primera comunión cuatro jóvenes; uno de 11 años, dos de 15 y una chica de 18 años. Así mismo mons. Barrio confirmó a seis jóvenes. Son dos chicas de 18 años, otras dos de 17 y dos chicos de 16 años.

La casa de Bañobre acoge a jóvenes y adolescentes en situación de riesgo y excusión social, que por distintos motivos no pueden residir con sus familias. En la actualidad la gran mayoría de los jóvenes acogidos son mayores de 14 años, aunque por el convenio firmado con la Xunta de Galicia en la casa podrían ser acogidos niños a partir de tres años y hasta los 18. Este tramo de edades es flexible y está siempre supeditado al principio general de no separar a grupos de hermanos. En el caso de los mayores de 18 años podrían seguir en el centro por prolongación de estudios y preparación para la vida adulta.

Las hermanas de María Inmaculada proporcionan a estos niños y jóvenes una atención individualizada, que parte de las necesidades, expectativas y situación individual de cada persona. Para realizar esta labor se parte de una vivencia de la fe cristiana. De modo general, el trabajo de las hermanas se centra en preparar a los jóvenes para que, en el momento que tengan que dejar el centro, puedan desarrollar su vida de manera autónoma. En este sentido, la atención integral es prioritaria. La preparación ha de tener como base una educación en valores cristianos, que les permita un desarrollo cristiano, humano y personal que favorezca la adquisición de habilidades sociales, académicas y laborales que les faciliten la inserción social.

En este sentido, la acogida y el acompañamiento que se realiza abarcan todos los ámbitos. Las hermanas consideran que lo que da más valor a su trabajo es convertirse en un referente familiar para estos niños y jóvenes. Es decir, que el centro de Bañobre sea el lugar al que acudan en el futuro, cuando tengan una vida autónoma, para sus celebraciones de familia y para recibir los sacramentos.

 

Foto de archivo